Hernia

Ya sea hernia discal cervical o hernia discal lumbar, en la gran mayoría de los casos se puede evitar la cirugía. Si el paciente ya ha pasado por quirófano, y aún tiene síntomas, la Quiropráctica es altamente recomendada porque evitará que el paciente tenga otra hernia discal y la pérdida de altura de los discos por deshidratación y también evitará la degeneración de la columna (artrosis).

La hernia discal se sitúa entre las 3 razones más comunes por las cuales los pacientes visitan un Quiropráctico.

Sentir alivio de los síntomas como el dolor, y el hormigueo se obtiene normalmente con mucha rapidez y la persona recupera su funcionalidad. El disco herniado se reabsorbe y cicatriza como cualquier otro tejido y se puede evitar que el disco pierda su grosor y altura para que en el futuro la persona no sufra las consecuencias del desgaste.

La gran mayoría de casos de hernia discal que se tratan con la Quiropráctica evitan por completo la cirugía. La cirugía solamente está indicada si la persona está experimentando atrofia muscular o pérdida del control del aparato urinario o excretor en los casos de lumbares.