Actitud positiva
Trata de buscar los aspectos positivos y procura cambiar las cosas que no te gustan y están en tu mano. Muchas veces nos asentamos en lo cómodo y en la zona de confort, pero tampoco hacemos nada por cambiarlo. Replantéate tu actitud, puede ser un buen punto de partida.
Horarios
Volver a depender del despertador e ir mirando el reloj constantemente para llegar a tiempo, es lo que más nos cuesta. Cuanto antes empecemos a adoptar los horarios, menos nos costará. Podemos empezar a levantarnos más temprano uno o dos días antes de la vuelta al trabajo, ajustar más la hora de la comida, etc. Procura también empezar a acostarte más temprano que durante las vacaciones… de lo contrario los madrugones serán infernales y tu salud se verá afectada. Sin obsesión, pero márcate horarios y rutinas.
Programar las tareas
Programa las tareas laborales que tienes que hacer y planifícalas en función de cuándo sueles tener más energía, tú te conoces, póntelo fácil.
Ejercicio
Siempre hablamos de lo necesario que es incluir el ejercicio en nuestro día a día. No solo nos va a venir muy bien después de los excesos del verano, además, ayuda a calmar la ansiedad, a liberar tensiones, conciliar el sueño y, en definitiva, hacer más llevadera la vuelta a la rutina. En los primeros días tras las vacaciones, debes prestar más atención de la habitual a los estiramientos y al calentamiento previo al ejercicio. Si llevas muchos días de vacaciones relajantes y carentes de actividad física, los dos primeros días tus ejercicios podrían limitarse únicamente a calentamiento y estiramiento
Retoma tu alimentación
En vacaciones es prácticamente imposible no caer en la tentación de los manjares gastronómicos de nuestro destino turístico, de las comidas con familiares y amigos o del simple “terraceo” de verano. Esto nos lleva a ganar algo más de peso, que si bien lo llevaremos de vuelta a su punto óptimo en cuanto recuperemos nuestra rutina de ejercicios, sí que puede hacer que nos sintamos más pesados y cansados en las dos primeras semanas tras las vacaciones.
De hecho el peso ganado (o perdido) durante las vacaciones es otro de los motivos por los que realizar de forma progresiva la reincorporación a la rutina de ejercicios. Ya que de esta forma nos permitirá adaptar los ejercicios al ritmo de nuestro organismo.
Por supuesto debemos regresar cuanto antes a nuestra rutina de alimentación saludable.
La Salud Nunca Se Toma Vacaciones
Siga su programa de cuidado quiropráctico tanto como sea posible para asegurarse de que su cuerpo continúe funcionando a un nivel óptimo.
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